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Trump y el impeachment
Como bien sabemos, desde que Donald Trump ganó las elecciones y asumió la presidencia en enero de 2017, sus acciones, pensamientos y políticas han estado en entredicho entre gran parte de la población estadounidense. A priori, esto no es un gran problema, ya que no son extraños los ataques y críticas que reciben todos y cada uno de los presidentes, no solo de Estados Unidos, sino de cualquier país, que, en unos casos serán justificados y en otros mera oposición política. El problema en este caso, es que desde hace un tiempo se está hablando de realizar un “impeachment” a Trump.
¿Qué es el impeachment?
El famoso movimiento del que tanto se habla ahora, es un juicio político contra de Donald Trump, con el único fin de su destitución como presidente de Estados Unidos. Es una acción que está recogida en la constitución (artículo primero de la Carta Magna) y es aplicable a cualquier alto cargo público.
Conviene recordar que para iniciar todo este proceso, el presidente (en este caso) tiene que ser acusado de “traición, soborno u otros crímenes o delitos graves”. Y además tendrá que ser aprobado por la mayoría de los miembros de la cámara de representación, que serían 238 de 435 miembros.
Una vez traspasado este punto, se celebrará el juicio pertinente, y tras su finalización, será el senado el que finalmente decida la culpabilidad o inocencia con una mayoría de dos tercios del senado. Aunque el procedimiento es totalmente distintito a la moción de censura que tenemos en España, el fin último sería el mismo, relegar al presidente de su cargo.
Antecedentes del impeachment
Alguno de nosotros, que quizá nos falle un poco la memoria, nos preguntemos si a pesar de todo, sería posible que finalmente un presidente de Estados Unidos, con toda la repercusión que eso tiene, fuera sometido a un impeachment. Ante esto hay que decir, que en la historia de Estados Unidos se han realizado nada más ni nada menos que tres impeachments, eso sí, hay que recordar que ninguno de ellos salió culpable ya que tanto Andrew Johnson como Bill Clinton no fueron destituidos de su puesto y en el caso de Richard Nixon no hubo tiempo ya que dimitió de su cargo.
Dicho esto, ¿qué ha hecho Trump?, o más correcto sería preguntarse ¿de que se le acusa en concreto al actual presidente de Estados Unidos de América?
Son muchas las acusaciones que recaen sobre el presidente estadounidense:
– La confesión de Michael Cohen (abogado y mano derecha de Donald Trump), sobre el pago a dos mujeres (pagos no declarados y por tanto ilegales) para que ocultaran la relación que habían tenido con Trump con el firme propósito de influir en las elecciones, y lo que es más preocupante, confiesa haber actuado bajo la dirección del entonces candidato Donald Trump.
– El presunto beneficio que ha obtenido utilizando la Casa Blanca para sus negocios personales.
– Pero la acusación que más problemas le está trayendo y que le puede llevar al impeachment es la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones. La gota que colmó el vaso fue la destitución del director del FBI cuando estaba en plena investigación, lo que llevó a la oposición a acusar a Trump de obstrucción a la justicia.
El presidente norteamericano, gozaba de “relativa tranquilidad” ya que poseían la mayoría en ambas cámaras, pero todavía quedaban las elecciones de “medio término” que podría hacer cambiar la situación.
¿Cómo han afectado las elecciones de “medio término”?
Tras estas elecciones, la situación ha cambiado levemente, donde los demócratas ganaron la mayoría de la Cámara de representación (hecho que no se repetía desde hacía ocho años) y los republicanos aumentaron su mayoría en el Senado.
A pesar de que los demócratas no han conseguido ambas mayorías como deseaban, con la nueva situación si han podido anunciar (ya que ahora tienen mas poder que antes) que investigarán a Donald Trump, cuando tomen posesión de sus escaños (el próximo enero), aunque descartan de momento iniciar el impeachment hasta que el fiscal Robert Mueller termine su investigación sobre la intervención de Rusia en la campaña electoral pasada.
En mi opinión dudo mucho que ocurra esta acusación, y aunque ocurriera, la posibilidad que en la votación final el Senado, que está en poder de los republicanos, le considere culpable es prácticamente imposible.
Pero, ¿cómo afectaría un posible impeachment en los mercados?
Obviamente si preguntas al propio Trump te dirá lo que ya ha repetido varias veces: “háganme un impeachment y los mercados se hundirán” , pero claro, que va a decir él.
Antes de comentar la posible situación actual, destacaría los dos casos similares más importantes:
– En el caso de Nixon, el mercado se ajustó un 30% (aunque hay que contar que coincidió con la crisis del petróleo de 1973), dimitió Nixon y cuatro meses después el mercado se recuperó con una importante tendencia alcista.
– Con Clinton, durante los meses del proceso curiosamente el mercado experimentó ganancias moderadas, si bien, hay que destacar que el mercado venía de caídas de entorno al 20%.
Actualmente, en mi opinión lo primero que se produciría sería un elevada volatilidad lo que producirá una ola de ventas, que se traduciría en una caída del mercado, en el muy corto plazo. Probablemente, esta caída sea más leve de lo que debería, ya que el mercado lleva cayendo fuertemente en las últimas semanas.
Este escenario se está produciendo y continuará debido a la incertidumbre, ya que generalmente en los mercados los momentos de duda no son bien recibidos, y los inversores en general se moverán hacia activos de refugio hasta que acabe la incertidumbre. Una vez acabada, los mercados se recuperarán sin problemas como ya ha pasado en otras ocasiones.
Al terminar este periodo de incertidumbre, creo que la situación del mercado volverá a mejorar y recuperará la senda alcista que ha perdido en los últimos meses gracias a los puntos más fuertes del programa (reforma tributaria y desregularización), que ya han sido aplicados, y se espera que la reforma tributaria siga dando beneficios ayudando al PIB a crecer. Además habría que tener en cuenta que no se aplicaría uno de los puntos más problemáticos de la agenda actual, las políticas comerciales, que no apoyan al crecimiento, generan conflictos con Europa y China y preocupan seriamente a los líderes empresariales.
Teniendo en cuenta esta visión, creo que estamos en un momento en el que no habría que moverse, manteniéndose a la espera de lo que pase de aquí a finales de enero, donde estará más clara la situación.
Como inversor diría que finalmente no pasará nada, y en el caso de que se produjera sería una acción bajista de muy corto plazo, por lo que en breve estaremos en un momento optimo para invertir en compañías fuertes que han sufrido caídas entre el 15% y 20% como son las tecnológicas.
Perfil del autor
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Socio fundador de BancaVia.
Licenciado en administración y dirección de empresas.
Master en bolsa y mercados financieros.
CEFA certified